«UN BESO EN UNA MEJILLA Y DOS TORTAS EN LA OTRA»

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Aunque el titular suene un poco disparatado, esta historia es un ejemplo de cómo se puede encontraruna lección de Neurociencia en los lugares más insospechados. Lo que ves sobre estas líneas es la representación de Cristo crucificado más antigua que se conserva. Fue pintada hace unos 1.500 años, en un códice encontrado en lo que hoy es Siria, por alguien que tomó una decisión muy sencilla: poner a Jesucristo mirando hacia la derecha, mostrando su mejilla izquierda.

¿Qué relevancia tiene esto? Como explican en Wired, el equipo de Lealani Acosta ha recopilado hasta 550 representaciones de Cristo en museos de todo el mundo y han descubierto que el 90% representan al crucificado con la cabeza inclinada hacia la derecha y la mejilla izquierda de cara a la persona que mira el cuadro. En su opinión, se trata del reflejo de un sesgo que tenemos la mayoría de los humanos por las características de nuestro cerebro: la parte izquierda de la cara nos parece más expresiva y nos transmite más emociones que la derecha.

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FUENTE QUE UTILIZO:

http://es.noticias.yahoo.com

 

En estudios anteriores, como uno realizado por Joan Borod en 1988, se ha visto que las personas diestras juzgan como más expresivas las imágenes de gente que muestra su mejilla izquierda, y lo atribuyen al papel de nuestro hemisferio derecho en el control de las emociones.

Aunque la diferenciación de funciones entre ambos hemisferios está algo desfasada, lo que no se puede ignorar del estudio de Acosta es la inclinación clara en las representaciones artísticas hacia ese lado del cuerpo. Su hipótesis es que el escriba que representó a Cristo allá por el siglo VI tenía este mismo sesgo y lo plasmó en su ilustración para el códice. El artista, sin quererlo, estaba mostrando algo para lo que la neurociencia está buscando una explicación y que podría ser inherente a la percepción de todos los seres humanos.

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Referencia: Which cheek did Jesus turn? (Religion, Brain & Behavior) | Vía: Wired

PAPA: «LAS VIOLENCIAS Y LAS INJUSTICIAS NO NOS PUEDEN DEJAR INDIFERENTES E INMÓVILES»

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El Papa saluda a la gente el 1 de enero

FUENTE UTILIZADA:

Periodista Digital

 

«Les deseo un año de paz en la gracia del Señor y con la protección materna de María»

Papa: «Las violencias y las injusticias no nos pueden dejar indiferentes e inmóviles»

Francisco clama que «ya es hora de detener» las guerras

José Manuel Vidal, 01 de enero de 2014 a las 12:07

 «Que el coraje del diálogo y de la reconciliación prevalezca sobre la tentación de la venganza, de la prepotencia, de la corrupción»

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Bendición del papa el 1 de enero

(José M. Vidal/Agencias).- Tras la misa solemne en la Basílica de San Pedro, el Papasalió a la ventana para rezar el ángelus. Ante una Plaza de San Pedro de nuevo a rebosar, Francisco clamó por la paz y dijo que estamos llamados a darnos cuenta de la violencia y de la injusticia presente en tantas partes del mundo, que no nos pueden «dejar indiferentes e inmóviles» porque «es necesario un compromiso de todos para construir una sociedad más justa y solidaria».

El papa habló así antes del rezo del Ángelus a los participantes en la Marcha de la Paz, promovida por la comunidad católica de San Egidio, con motivo hoy de la 47 Jornada Mundial de la Paz, con el lema «Fraternidad, fundamento y camino para la paz», basada en el mensaje papal publicado el pasado 12 de diciembre.

Un mensaje que, según dijo el pontífice asomado a la ventana del apartamento papal del Palacio Apostólico, tiene como base la convicción de que todos somos hijos del único Padre del cielo, «formamos parte de la misma familia y compartimos un destino común».

Ante miles de peregrinos y fieles, que abarrotaban la Plaza de San pedro en un soleado primer día de 2014, el papa insistió en «la responsabilidad de obrar con el fin de que el mundo se convierta en un comunidad de hermanos que se respetan, se aceptan en su diversidad y se cuidan unos a los otros«.

Francisco relató que había recibido una carta de un señor que hablando sobre las guerras le preguntaba qué estaba sucediendo en el corazón del hombre, una pregunta que hacía suya y repitió dos veces: «Ya es hora de parar» (la guerra).

Agregó el papa argentino que de cada ángulo de la tierra hoy los creyentes elevan «una oración para pedir al Señor el don de la paz y la capacidad de llevarla a cada rincón».

En este primer día del año, -añadió- el Señor «nos ayuda a encaminarnos todos con más decisión en el camino de la justicia y de la paz«.

Para el Obispo de Roma, la paz requiere la fuerza de la docilidad, la fuerza no violenta de la verdad y del amor.

En la Madre del Redentor -sostuvo el papa Francisco- confiamos «el grito de paz de la población oprimida por la guerra y por la violencia para que el coraje del diálogo y de la reconciliación prevalezca sobre la tentación de la venganza, de la prepotencia, de la corrupción«, asintió.

A ella le pedimos que el Evangelio de la fraternidad, anunciado y testimoniado por la Iglesia, «pueda hablar a cada conciencia y abatir los muros que impiden a los enemigos reconocerse como hermanos», señaló el obispo de Roma.

Poco antes, el papa presidió la primera solemne misa de 2014 en la Basílica de San Pedro por Santa María Madre de Dios y al mismo tiempo con motivo de la 47 Jornada Mundial de la Paz.

El oficio litúrgico fue concelebrado por el papa Francisco, por cardenales, obispos y sacerdotes, entre ellos, su nuevo secretario de Estado, Pietro Parolin en la imponente Basílica, abarrotada de fieles y peregrinos, además de autoridades y religiosos.

Después del ángelus

Da las gracias al presidente de Italia y pide la bendición de Dios sobre el pueblo italiano, para que «pueda mirar al futuro con fonfianza y esperanza»

Saluda a las iniciativas de paz promovidas por la Comunidad de San Egidio.

«A todos les deseo un año de paz en la gracia del Señor y con la protección materna de María»

Digamos tres veces: «Santa Madre de Dios, Santa Madre de Dios, Santa Madre de Dios»

Y se despidió: «Buen domingo, buen comienzo del año, buen apetito y arrivederci».